Manténgalo simple. No se preocupe, usted no necesita comunicar toda la información en una sola charla. Es mejor tener muchas conversaciones breves.
Para obtener más información, ingrese en el sitio web del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo.
* Adaptación del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo.
Más del 80 % de los jóvenes entre 10 y 18 años afirman que sus padres son la principal influencia en su decisión de beber o no beber. Esto significa que realmente prestan atención y por eso es importante que usted transmita un mensaje firme y claro.
Los jóvenes son más propensos a prestar atención cuando saben que está de su lado. Intente reafirmar los motivos por los cuales no quiere que su hijo beba; no simplemente porque usted lo dice, sino porque quiere que sea feliz y esté a salvo. La conversación será mucho mejor si trabaja con su hijo y no en su contra.
Procure que su hijo tome decisiones informadas sobre el consumo de alcohol, con información confiable sobre los peligros asociados, no que aprenda sobre el alcohol a través de sus amigos, internet o los medios de comunicación. Intente posicionarse como una fuerte de información confiable.
Los jóvenes son más propensos a beber cuando se creen que nadie se dará cuenta. Demuéstrele a su hijo que está atento a lo que hace de una manera sutil.
Incluso si su hijo no quiere beber, la presión social es algo poderoso. Puede ser tentador beber solo para no parecer “fuera de onda”. A fin de preparar a su hijo para resistir la presión social, es necesario desarrollar estrategias y practicarlas.